Las elecciones anticipadas a las Cortes de Navarra a celebrar en el segundo semestre del 2.013, podría dar lugar a la escisión de la cámara en dos bloques irreconciliables (Agramonteses y Beaumonteses), lo que hipotecará el devenir político del viejo reyno.
La autoproclamación de Miguel Sanz cono Virrey de Navarra (haciendo añicos el hermanamiento entre los beaumonteses y sus tradicionales aliados y fiadores en la Corte Castellana), suscitó un inusual eco mediático en los mentideros y pregones de la capital de Castilla y desembocó en un traumático divorcio y posterior disputa por la custodia de la heredera al trono navarra (Yolanda Barcina). Quien, dada su minoría de edad, acabó en los brazos protectores de su nuevo tutor (Miguel Sanz).
El Virrey Sanz abdicó en la Juntas Generales del bando beaumontés en el año 2.009 y proclamó a Barcina como heredera legítima al trono de Navarra y caudilla de los beaumonteses, dejando como herencia las arcas forales esquilmadas y la desaparición de la Cámara de Usura de Navarra. Además, recibió como pago la Presidencia de la Cámara de Carruajes de Navarra, por sus inestimables servicios en la defensa de la integridad y gobernabilidad del reyno de Navarra.
Mientras, la huestes socialistas (facción escindida de los beaumonteses por antiguas disputas de facerías y comunales en la Ribera y Zona Media) se habían convertido en árbitros de la contienda, dedicándose a apoyar sin ningún tipo de complejos al Virrey Sanz en la aprobación de las cuentas del reyno. En realidad sus propuestas eran apoyadas por el poder en un espléndido ejercicio de ventriloquismo escénico, recibiendo como premio por su magnífica interpretación todo tipo de cargos y prebenda políticas (presidencia de las cortes de Navarra, presidencia de las cendeas de la cuenca de Pamplona, Defensor del pueblo y embajador ante la corte Castellana).
Tras la celebración en la capital del reyno de las Juntas Generales Socialistas, el candidato bendecido por la corte Castellana, Roberto Jiménez, logró una holgada mayoría sobre la variopinta y maltrecha oposición interna (socialistas riberos auténticos) y se dedicó a apoyar sin ningun complejo al virrey Sanz. Política que le acarreó la pérdida de jirones de su primitivo ideario socialista, pero que le condujo al poder tras su boda morganática con la princesa Barcina.
En la altivez de su nueva posición, el plebeyo Jiménez se soño Rey Consorte de Navarra, pero la falta de empatía y los continuos desaires a la nueva reina en las fiestas de palacio forzó a la señora a recurrir al tribunal de Rota para lograr la disolución de su matrimonio. Barcina tuvo que soportar con dignidad su soledad presupuestaria y los desaires parlamentarios del tercer brazo en la cortes del reyno, el pueblo llano.
Celebración de juntas generales en al partido Beaumontés: la asunción de un poder absoluto por parte de Barcina y su posterior abrazo con el defenestrado aliado castellano, habría provocado la aparición de una corriente disidente en las huestes de la Ribera que serían partidarios del nombramiento como caudillo de los Beaumonteses al respetado infanzón de Corella, Antonio Catalán. Por ello, en las próximas juntas generales a celebrar en primavera del 2.013, tendrá lugar un intenso debate interno que podría acabar con la defenestración de la princesa castellanizada, su obligado exilio a la corte de Madrid y el regreso a la corte de Navarra del antiguo virrey Sanz como presidente del Tribunal Supremo de la pureza ideológica Beaumontesa. Por su parte, el infanzón Antonio Catalán (tras ser elegido por aclamación nuevo caudillo de los Beaumonteses), logrará imponerse a los indecisos y anunciar la convovatoria de elecciones anticipadas a las cortes de Navarra con la esperanza de ser investido como nuevo virrey del reyno.
En la otra orilla ideológica, tras verse acorralado el bandolero Agramontés montaraz en su guarida de Ultrapuertos, decidirá finalmente la entrega de armas su incorporación a la vida política en una nueva bandería Agramontesa. Enseña que acabará aglutinando a la mayoría de los Agramonteses moderados y a los antiguos Agramonteses levantiscos declarados fuera de la ley, que vieron como eran detenidos y encarcelados sus miembros más relevantes y como se iba debilitando paulatinamente el eco de sus voces en el viejo reyno.
Asistiremos así a una sorprendente peripeci teatral en la que la nueva bandería Agramontesa podría ser revestida como segunda fuerza en las elecciones anticipadas a las cortes de Navarra. Dibujándose así un posible escenario en el que la cámara quedaría dividida en dos bloques antagónicos (Agramonteses y Beaumonteses). Todo ello hipotecará el devenir político del viejo reyno lastrado por la esquilmación de las arcas forales por el antiguo virrey Sanz, la drástica disminución en la recaudación de impuestos a un pueblo llano exhausto por los sucesivos diezmos y la inanición financiera que le impondrán los usureros de las cortes Castellana y Francesa, lo que hará imposible reeditar en la próxima decada la frase de Shakespeare: "Navarre shall be the wonder of the world".
Testu honek gaur egun Nafarroan bizi den egoera deskribatzen du, Erdi Aroan Nafarroak jasan zuen gerra zibilean parte hartu zuten alderdien izenak erabiliz, paralelismo antzeko bat sortuz. Testu hau Germán Gorraiz Lopez-ek idatzia da eta Indymedia Barcelona web orrian aurkitu daiteke: http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/458466/index.php
Tras la celebración en la capital del reyno de las Juntas Generales Socialistas, el candidato bendecido por la corte Castellana, Roberto Jiménez, logró una holgada mayoría sobre la variopinta y maltrecha oposición interna (socialistas riberos auténticos) y se dedicó a apoyar sin ningun complejo al virrey Sanz. Política que le acarreó la pérdida de jirones de su primitivo ideario socialista, pero que le condujo al poder tras su boda morganática con la princesa Barcina.
En la altivez de su nueva posición, el plebeyo Jiménez se soño Rey Consorte de Navarra, pero la falta de empatía y los continuos desaires a la nueva reina en las fiestas de palacio forzó a la señora a recurrir al tribunal de Rota para lograr la disolución de su matrimonio. Barcina tuvo que soportar con dignidad su soledad presupuestaria y los desaires parlamentarios del tercer brazo en la cortes del reyno, el pueblo llano.
Celebración de juntas generales en al partido Beaumontés: la asunción de un poder absoluto por parte de Barcina y su posterior abrazo con el defenestrado aliado castellano, habría provocado la aparición de una corriente disidente en las huestes de la Ribera que serían partidarios del nombramiento como caudillo de los Beaumonteses al respetado infanzón de Corella, Antonio Catalán. Por ello, en las próximas juntas generales a celebrar en primavera del 2.013, tendrá lugar un intenso debate interno que podría acabar con la defenestración de la princesa castellanizada, su obligado exilio a la corte de Madrid y el regreso a la corte de Navarra del antiguo virrey Sanz como presidente del Tribunal Supremo de la pureza ideológica Beaumontesa. Por su parte, el infanzón Antonio Catalán (tras ser elegido por aclamación nuevo caudillo de los Beaumonteses), logrará imponerse a los indecisos y anunciar la convovatoria de elecciones anticipadas a las cortes de Navarra con la esperanza de ser investido como nuevo virrey del reyno.
En la otra orilla ideológica, tras verse acorralado el bandolero Agramontés montaraz en su guarida de Ultrapuertos, decidirá finalmente la entrega de armas su incorporación a la vida política en una nueva bandería Agramontesa. Enseña que acabará aglutinando a la mayoría de los Agramonteses moderados y a los antiguos Agramonteses levantiscos declarados fuera de la ley, que vieron como eran detenidos y encarcelados sus miembros más relevantes y como se iba debilitando paulatinamente el eco de sus voces en el viejo reyno.
Asistiremos así a una sorprendente peripeci teatral en la que la nueva bandería Agramontesa podría ser revestida como segunda fuerza en las elecciones anticipadas a las cortes de Navarra. Dibujándose así un posible escenario en el que la cámara quedaría dividida en dos bloques antagónicos (Agramonteses y Beaumonteses). Todo ello hipotecará el devenir político del viejo reyno lastrado por la esquilmación de las arcas forales por el antiguo virrey Sanz, la drástica disminución en la recaudación de impuestos a un pueblo llano exhausto por los sucesivos diezmos y la inanición financiera que le impondrán los usureros de las cortes Castellana y Francesa, lo que hará imposible reeditar en la próxima decada la frase de Shakespeare: "Navarre shall be the wonder of the world".
Testu honek gaur egun Nafarroan bizi den egoera deskribatzen du, Erdi Aroan Nafarroak jasan zuen gerra zibilean parte hartu zuten alderdien izenak erabiliz, paralelismo antzeko bat sortuz. Testu hau Germán Gorraiz Lopez-ek idatzia da eta Indymedia Barcelona web orrian aurkitu daiteke: http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/458466/index.php
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